No existe movimiento global que cause más expectativa que la proliferación de mensajes en las redes sociales. Redes sociales que pertenecen a generaciones presentes y futuras, y que malviven con la certidumbre, la rigurosidad y el respeto. La inmediatez de las redes sociales nos hace improvisar tanto, que ni existe certeza en lo que se dice, y demasiada subjetividad en lo que se condena. Si no eres miembro de una red social significa estar abocada a un submundo. Proclamo el mea culpa de no pertenecer a red social alguna. Diariamente una recibe por correo electrónico invitaciones a estas redes sociales de personas desconocidas; que a lo más que llegaría, en tiempo real, sería a un saludo en un momento oportuno. Pero a nada más. De hecho, hay actos e informaciones que sólo pueden ser canalizadas a través de alguna de esas redes sociales. Y yo me pregunto: ¿por qué se pretende que sean las redes sociales, nada seguras, las que polaricen gran parte de nuestra comunicación?

Tengo que reconocer que no me atraen en demasía, porque nunca entenderé ser más sincera con un mensaje que llega a unos cientos de personas, que aquella conversación mantenida entre amigos, colegas o conocidos. Y resulta de esperpento cuando decisiones de calado en la población son retrasmitidas por alguna de esas redes sociales. Tenemos que reconocer que lo que pudiera resultar un medio barato de comunicación, está convirtiéndose en la coartada idónea para no enfrentarse a preguntas de ciudadanos, y medios de comunicación de tú a tú. Se ha sustituido el franco diálogo entre personas, por el pantallazo. No lo entiendo. Tampoco entiendo las múltiples faltas de ortografías cometidas en esa especie de inter lenguaje de las redes sociales, por mor de la economía de las palabras.

Y detrás de todo ello, ¿qué es lo que encontramos? La vulnerabilidad de nuestras vidas, de nuestras reacciones. La intimidación hacia situaciones que desconocemos. El empoderamiento de unos cuantos, capaces de emprender acciones de coacción, frente a la sumisión del sujeto pasivo de la red social. Que no son otros, que los que son captados por esas redes para verter tal número de confidencias que les hace vulnerables. Porque, por regla general, cuando una habla cara o cara o vía telefónica convencional, es consciente de la conversación y los términos de la misma; en el contexto de la red social, en cambio te puedes encontrar contando todo lo que una puede expresar y no frente a una multitud desconocida. Es el camuflaje on line de las redes sociales.

Podemos entender la importancia de esta nueva comunicación de masas, porque son utilizadas exponencialmente, pero a algunas nos va a costar que nos convenzan de la necesidad imperiosa de utilizarlas, y tenerlas porque es beneficiosa para una misma. Creo que el diálogo, las ideas, el intercambio de opiniones y las visiones interculturales pueden existir, más allá del pantanoso río de las comunicaciones intrascendentes por wifi. Claro que la dependencia es grande, pero la independencia de ellas también es positiva. Yo no estoy en el sistema, pero si el sistema es perverso, ¿conviene estar en el sistema?

Pero como nada es blanco y negro en su integridad, se puede valorar, sin duda alguna, esa prontitud de información más allá de hemisferios continentales. Y la verdad es que, a veces, las redes sociales han podido dar noticias que aglutinen conocimientos sobre hechos puntuales. Y esto puede estar bien. Pero no hace, ni mucho menos santificarlas, porque ese uso despiadado que se puede hacer de las mismas, crea un nivel de conflictividad que sirve para proferir todo tipo de calumnias, odios, etc.

Siempre cuando pienso en redes sociales, se me viene la idea del telégrafo, no entiendo por qué, pero es a lo que a mí me lleva el subconsciente, y detrás de aquellos hilos que hablaban también podría haber información incorrecta; pero eso sí, no llegaban a los niveles de desinformación, y malos usos que el ocultamiento de identidad provoca en estos días. Además está el hecho del empoderamiento de redes, bajo la influencia de empresas y países. De esta manera, es significativa, que esa utilización se da, cuando en regímenes dictatoriales las redes sociales son eliminadas por incontroladas para la causa, no interesa que se traslade mensaje o dato alguno a la generalidad de la población, adepta al régimen no democrático.

*Abogada.