Dolores Durán tiene todo el derecho del mundo a solicitar audiencia a los Príncipes de Asturias, a fin de hacerles llegar un rico presente, asunto que, al parecer, también está en el ánimo de otros vecinos de Villafranca de los Barros. Sinceramente, pensamos que todavía quedan sectores que han interiorizado la boda de los príncipes como un cuento de hadas. De aquí que se presten a llevar sus presentes como sus abuelos les llevaban a los señoritos de turno o a las fuerzas vivas de la localidad los mejores tomates de la huerta o el mejor capón del corral. Tal vez la señora Durán y ciertos villafranqueses fueran más solidarios ofreciendo esos regalos, o la cuantía económica de los mismos, a los parias del tercer mundo y no a unos príncipes que ya son ricos. FELIX BARROSO Santibáñez el Bajo