WTw ras algunas filtraciones de origen etarra y jaleadas por la derecha, que pretendían hacer creer que Zapatero había hecho concesiones políticas en las conversaciones con representantes de la banda, pero que la tregua se había frustrado por no haberse mantenido al final las supuestas cesiones, ahora ETA atribuye en un comunicado el fracaso del proceso de paz a que el Ejecutivo buscaba "desactivar el proyecto independentista vasco" y pretendía llevar adelante un proceso "sin contenido político, en definitiva, un proceso de rendición". Es decir, que el Gobierno no solo no se rindió, no solo no negoció asuntos políticos, sino que lo que quería era que la banda se rindiese, como es lógico. Pese a todas las evidencias, el responsable de seguridad y justicia del PP y antiguo secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Astarloa, exigió ayer al Gobierno "hechos" y que no deje "resquicios" a una negociación futura con ETA. Pedir hechos, después de que se han sucedido las detenciones de miembros de comandos, acrecienta la impresión de que la oposición se ha quedado sin discurso propio en materia antiterrorista. Para quienes hemos creído que era bueno intentar una salida dialogada a la violencia, los comunicados de ETA anunciando que seguirá "golpeando" las estructuras del Estado español "en todos sus frentes" confirman la triste impresión de que sus actuales dirigentes no han aprendido nada de las lecciones de la historia y que no hay más remedio que golpear policial y judicialmente a la banda hasta que sus miembros se convenzan de que no tienen futuro, que su única salida es entregar las armas y esperar una actitud generosa de la justicia.