Con larga experiencia en la enseñanza, la verdad, prefiero la La Ley General de Educación, a la LOGSE, y la no imposición de la LOE: Aquella, al menos, era seria, exigía a los alumnos dedicación y esfuerzo, preparándoles así para la batalla de la vida. Como yo, parece ser que piensan la mayoría: el 75% de los profesores cree que el sistema de ahora es regresivo.

La LOGSE (la LOE es más de lo mismo) además de exigir menos esfuerzo a los alumnos, impuso graves sacrificios: a los alumnos aventajados, porque los más atrasados no dejan avanzar; a los atrasados, por desatarse entre ellos el desánimo y el aburrimiento (unido a los complejos que desencadena una clase que no puede seguirse con normalidad, no es raro que algunos busquen destacar por las picias ); a los profesores, por la dura batalla de no saber, en ocasiones, si seguir la materia o dar repaso, y porque no son domadores; a la sociedad, porque contará con menos cuadros preparados. No comprendo que el ministerio imponga una Ley de Educación semejante a la que ha sido denostada por padres, profesores y alumnos. Si un muchacho no fue capaz de aprobar --por lo que fuere-- un curso, ¿ cómo se le va a permitir pasar con asignaturas importantes suspensas? Y si se dedica sólo a éstas y abandona el resto, ¿cómo mantener sin oxidarse, los conocimientos adquiridos?

De hecho, los alumnos que se dedican sólo a sus asignaturas pendientes, son los que más fracasan en las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU). Opino que con dos materias troncales suspensas, es aconsejable repetir curso en el Bachillerato.

Josefa Romo Garlito **

Santiago de Alcántara