Ayer por la tarde cuando me pasé por la plaza de los toros de Moraleja, observé que solo quedaba un árbol superviviente a los trabajos que está realizando el ayuntamiento para montar la plaza de toros portátil, para celebrar los festejos taurinos en las próximas fiestas de San Buenaventura. Con esta intervención se adapta de nuevo la plaza de los toros a la recién entrada corporación municipal. Observando este árbol, lo miro y le digo "te quedan pocas horas", no sé si lo trasplantarán pero en las fechas en que nos encontramos las posibilidades de que arraigues son pocas o ninguna. Por ello, quiero hacer una serie de reflexiones en voz alta a los políticos referente a los árboles ornamentales. Con el juego de la democracia se produce la alternancia unas veces están el PSOE y otra el PP. Pero ahora, junio de 2007, cuando entra en el ayuntamiento la nueva corporación municipal empieza a cambiar el entorno urbano, a veces con urgencias, para que dé tiempo a estar montada la plaza, las fiestas están a la vuelta de la esquina. Pero quién paga todo esto?, siempre le toca a los árboles, parece que no saben que son seres vivos. Vosotros los políticos queréis jugar a ser dioses con los árboles, unas veces los planto y otra los arranco. Cuando os conviene sois los más ecologistas del mundo, con la palita plantado un árbol, para ponerse la medalla. Tengo que recordaros que los árboles ornamentales, mirándolo desde el punto de vista egoísta como humano, cumplen muchas funciones positivas para nosotros: demarcan límites y zonas, proporcionan sombra, crean barreras visuales, nos protegen del viento, del sol y del ruido, embellecen o dan sombra a espacios abiertos y de esparcimiento como parques y plazas. Además contribuyen al incremento de la calidad ambiental, porque interceptan partículas; la absorción de contaminantes gaseosos como los dióxidos de azufre y de nitrógeno; la atenuación de las temperaturas máximas y mínimas; el aumento de la humedad del aire; la disminución del estrés por la acción positiva que su visión ejerce en las personas. Espero que en las próximas actuaciones que realice el ayuntamiento, sea coherente, reflexione sobre los árboles, los respeten, y si hay que trasplantarlo hacerlo en la época conveniente y con medios adecuados y que no corte ninguno.

Agustín Iglesias Pérez **

Presidente de VETTONIA