Las anheladas obras del Plan Hidrológico Nacional en Extremadura llevan un considerable retraso, a pesar de que se anunció como el proyecto estrella del comienzo del siglo XXI en la región. Hasta el Ejecutivo autónomo se enfrentó en su día a la dirección nacional del PSOE porque consideraba que aunque el PHN no era la panacea para lograr el reequilibrio de las cuencas, sí era bueno y necesario para Extremadura. Del total de actuaciones a acometer, únicamente se ha ejecutado al día de hoy un 16% de los nada menos que 1.200 millones de euros presupuestados para el periodo 2001-2008, lo que representa una insignificante cantidad de dinero sobre las previsiones. Aunque Gobierno y Junta discrepan de los porcentajes de actuación, lo cierto es que las únicas obras concluidas, integradas luego en el PHN, eran anteriores al 2001. Más aún, de los 363 millones de euros para obras en la provincia de Cáceres en ese periodo, sólo se han invertido 16.

Una vez más, el Gobierno, en su afán por alcanzar el déficit cero, presupuesta una serie de obras que va postergando a ejercicios posteriores, algo que está ocurriendo también con actuaciones previstas por el Ministerio de Fomento. Al final, los planes nunca se cumplen en el plazo previsto.