Conviene recordar que el grupo mayor de etarras tiene residencia habitual en las cárceles españolas. Nada menos que 750 militantes de la banda cumplen condena, diseminados por las cárceles de todo el país. Y conviene tener también en cuenta que la banda se hace notar, muy a menudo, en estas terminales que son las cárceles, donde se comprueban las tensiones de la dirección del terrorismo independentismo. Ahora mismo, por ejemplo, parece que hay razones sobradas para que la inquietud de la dirección de la banda por su propio futuro llegue a los reclusos y que éstos den muestras de impaciencia.

Algo de eso pudiera estar sucediendo, una vez que la dirección de ETA ha ordenado a todos sus presos que lleven a cabo huelgas de hambre para presionar al Estado. Al mismo tiempo, la propia dirección etarra anunciaba la expulsión de cinco etarras díscolos con las directrices de la organización terrorista, alguno de ellos tan significativo y relevante como Valentín Lasarte , conocido por su comportamiento sanguinario y por haber sido el asesino de Gregorio Ordóñez y Fernando Múgica . Ahora, ha roto la disciplina de la banda por haber aceptado un puesto de trabajo en el economato de la prisión de Villabona (Asturias) en la que cumple condena. Se interpreta que la dirección de ETA ha pretendido acallar a sus presos con esas expulsiones de cinco disidentes que se salen de la disciplina y rechazan la violencia.

En todo caso, parece evidente que algo se está moviendo en las bases y en la dirección de ETA, como también quedaba al descubierto recientemente por las manifestaciones que se atribuyen a Arnaldo Otegi , quien, por cierto, ahora niega que escribiera una carta crítica con la banda que le atribuyeron los medios informativos. Y, sin embargo, se asegura hoy en El Mundo que los presos esperan el apoyo de ETA a las tesis de Otegi. Y explica cómo dos sectores relevantes de la banda, sumidos en la lucha por el poder, realizaron ayer dos anuncios importantes, acaso complementarios. Ambos documentos demostrarían que asistimos a una estrategia concertada y que la dirección de ETA realizará un comunicado en breve asumiendo la mayor parte de las tesis del sector posibilista, encabezado por Otegi, y que, según las Fuerzas de Seguridad del Estado, si los etarras no han atentado desde agosto es porque partidos como Eusko Alkartasuna le pidieron como garantía que no lo hiciera para poder orquestar un polo soberanista con el que obligar a negociar al Estado.

En esas dos comunicaciones se anuncia, de un lado, los encierros y huelgas de hambre de los reclusos etarras. Y de otro lado, la también mencionada expulsión de la banda de cinco etarras díscolos , que habrían roto la disciplina interna. Deduce, finalmente, este análisis, que la línea dura de la banda se habría obligado a ceder... En cuanto al segundo anuncio, es un documento de casi treinta páginas firmado por la izquierda abertzale, en el que se anuncia que, después de varios meses de discusiones, la mayoría está en sintonía con la conocida como Declaración de Alsasua. Pero no hay unanimidad en si vence o prevalece la línea dura o si los duros ceden esta vez... En todo caso, parece que estamos asistiendo a un pulso entre las opciones que podríamos denominar políticas y las militares de ETA.

Y tampoco está claro en qué grado las cárceles se van a ver, en las semanas y meses siguientes, agitadas por las pretensiones de la banda y por sus proclamas de democracia , de un estatus político y por su voluntad de reagrupación de etarras en cárceles de Euskadi... Los etarras presos no dudan en comparar a Zapatero y Sarkozy con el Obama de Guantánamo... En todo caso, si se impusieran estos propósitos, no hay duda de que se elevaría la tensión en las cárceles en los meses próximos. O acaso todo responda a una orden de la dirección de la banda para evitar un creciente riesgo de cisma en sus filas.