Secretario general del PP de Extremadura

Hace unos días que publiqué en un medio de comunicación distinto a éste un artículo crítico con la gestión de Rodríguez Ibarra. Siempre que uno escribe artículos en tal sentido, sabe a qué se expone... Y usted, señor Robina, es un buen ejemplo de esa corte que acecha a quien osa discrepar del líder, para raudo y presuroso buscar atalayas desde donde escribir para congraciarse con él, y buscar no sabemos qué viandas. Además, es realmente curioso que el artículo se publique en otro medio y se me conteste en éste ¿?

Se ha molestado usted porque quien le suscribe ha utilizado términos poco menos que, a su juicio, malsonantes. Ya sé que la izquierda se ha refinado mucho en los últimos años en Extremadura, y España, y que presumen de hablar como el pueblo llano y exigir que los demás hablen como catedráticos para que se nos entienda. Y me causa perplejidad que usted me pida que pida disculpas por tal artículo. Vamos a ver, señor Robina, ¿es acaso usted apoderado de Rodríguez Ibarra?, ¿cómo que pida disculpas por ejercer un derecho constitucional como es la libertad de expresión?, ¿dónde escribía usted cuando uno de su partido llamaba a los jueces salteadores de caminos?, ¿en qué atalaya se subió para denunciar que el señor Guerra llamara mariposón al señor Rajoy?, ¿acaso decir que Ibarra tiene una perorata de eructo garbancero es más digno de rectificación que llamar lisiados a los miembros del Partido Popular como hace poco hizo en la campaña de Madrid su jefe Ibarra?, ¿me podría explicar para qué forman una corte de escribidores parciales y sectarios ese universo de satélites que conforman el PSOE en Extremadura?, ¿podría decirme porqué a mí se me criticaba el año pasado por decir que el Gobierno regional era autista a los problemas de los extremeños y nadie criticaba a Zapatero cuando decía que el Gobierno de la nación era autista ante los problemas de los españoles?, ¿por qué aquí se rasgan las vestiduras por suprimir de un tribunal de premios de poesía a un escritor de izquierdas y cuando a Alvarez Buiza le presenta una querella el consejero de Cultura de la Junta de Extremadura pidiéndole 50 millones de pesetas de las de antes todos hacen el silencio absoluto?

Y le digo más, señor Robina, ¿por qué tiene miedo a firmar como lo que realmente es, un socialista?, ¿por qué se esconde detrás del título de catedrático de universidad? Dice en su artículo que sus líneas "tienen el inconveniente de provenir de alguien que suele expresar argumentos favorables al pensamiento político socialista", pero señor catedrático, ¿cómo dice que "suele" si ha sido director general del Partido Socialista en la Junta de Extremadura durante seis años? Habrá querido decir que sus argumentos son siempre favorables. ¿O hay días que se levanta más socialista que otros?

Mire, señor Robina, no voy a perder más tiempo, ni voy a hacerle perder a usted tiempo en un largo artículo, ni nuestros lectores se lo merecerían. Sólo decirle que si quiere volver a ser director general de la Junta de Extremadura, o quiere hacerse un nombre en la política, busque otros argumentos más dignos que los que ha utilizado ya, por segunda vez, es decir, convertirse en espadachín de Rodríguez Ibarra. Y ahora, como ha hecho estos días, recorte también este artículo y se lo enseña a los que le nombraron director general, a ver si lo consigue.