Eurodiputado y escritor

El pasado sábado, en Madrid, la izquierda social y política dio la cara. Allí estábamos Fernando Trueba, Rosa Montero, entre otros, para gritar con fuerza que en el siglo XXI la opinión no puede ser un delito y que las ejecuciones no son errores políticos , son crímenes, los cometa quien los cometa. La extrema derecha y la derecha extrema quisieron reventar el acto. A ellos, como a los nostálgicos del Muro, les va bien la tensión. No les importa la democracia, sólo mantener su posición.

Cuba, atrapada entre su dictadura y el bloqueo, y defendida por los que prefieren ponerse en medio de unos y otros, para acabar defendiendo al dictador, necesita de nuestra solidaridad. No su régimen corrupto y autoritario. Basta ya de ejecuciones y condenas.