Increíble pero cierto. El Ministerio de Educación presume de que ahora tendremos educación gratuita desde los cero años (sí, sí, antes de nacer), ese mismo que jura y perjura que invierte en educación lo que nunca se ha invertido, ha decidido de golpe y porrazo que este año no va a haber becas para Preescolar. La amable contestación que da el funcionario de turno al padre o madre que llama para preguntar y quejarse es que lo lleve a un colegio público y así se cumple su promesa de gratuidad. Nada que objetar al respecto si no fuera porque existen los colegios privados concertados. A estos últimos el Estado los financia directamente, en vez de dar el dinero a cada usuario, según su nivel de ingresos, se lo da al colegio previamente, de forma que el que quiera apuntarse en él ya tiene el descuento hecho de antemano (y esto para todas la familias, tengan los ingresos que tengan, y a costa del erario público). El criterio que escoge el Gobierno para concertar con unos colegios sí y otros no, lo desconocemos, aunque esto es lo de menos, el hecho es que esta actuación por parte de la Administración vulnera el derecho constitucional de los padres a la libre elección de centro escolar para sus hijos, desde el momento en que, si quiero una ayuda económica escolar (que pagamos todos), tengo que llevar a mis hijos al centro que ellos hayan escogido previamente para financiar con dinero público, y si no me gusta ninguno pues me aguanto y me quedo sin beca. Porque con tanto gasto, pagar horas extras a los maestros para que trabajen a la tarde remendando lo que no han podido arreglar por la mañana; no nos extraña que no haya dinero para las becas de Preescolar, esas que se otorgan directamente a los padres cuyos ingresos justifican su necesidad.

¿Para cuándo el cheque educativo familiar?, un cálculo medio de la cantidad de dinero que necesita un estudiante para sacar adelante sus estudios (matrículas, libros, desplazamientos, complementos de bebé si es preescolar, etcétera), y, dependiendo de la renta familiar o personal, se otorga un cheque anual para cada uno, y que él, o su familia, decida dónde quiere llevar a su hijo para que éste se forme como considere oportuno.

Supongo que a ningún gobierno le interesa de verdad que la libertad de elección educativa se cumpla, a fin de cuentas la educación de las futuras generaciones es tan importante que nadie quiere ceder su control.

Sandra Guzmán González **

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