Sociedad perversa

Josef Fritzl está en la prensa de todo el mundo (por el incesto con su hija Elisabeth). También fue sonado el secuestro de Natascha Kampusch en el 2006, y el suicidio de su raptor, Wolfgang Priklopil. ¿Qué pasa en Austria? Pero no solo en Austria hay sucesos escalofriantes. ¿Por qué en España hay tantos hombres que matan a sus mujeres? ¿Cómo se explican los asesinatos múltiples que ocurren en EEUU? ¿Cuál es la razón por la que callamos ante los genocidios como los de Irak, el Tíbet, los Balcanes y varios países de Africa? ¿Podemos explicar el silencio cómplice ante los millones de personas que se mueren de hambre? Durante la primera guerra mundial, el hombre mostró su crueldad y miseria moral. Luego vinieron la guerra civil española, la segunda guerra mundial, Corea, Vietnam, Afganistán... La humanidad está tocada; no ha desarrollado mecanismos para poder hacer una vida normal. Sufrimos una manifestación peculiar del síndrome de Midas: en vez de convertir en oro todo lo que tocamos, lo estropeamos. Las pesadillas del pasado se nos presentan a menudo y solo parece haber una salida: acabar con este modelo social perverso y buscar uno que, de verdad, nos dé igualdad, justicia, paz y amor.