TLtos productores de cerezas de los pueblos del Valle del Jerte, con la excepción de Cabezuela y Navaconcejo, tenían muchas limitaciones para la comercialización de la fruta y esto se reflejaba en la parvedad de los ingresos y en la dificultad para vender su producto estrella.

Corrían tiempos de gran austeridad para la población española. El primer Plan de Estabilización Económica, decretado por el gobierno en 1959, intentaba poner las bases de una economía liberal para un posterior desarrollo que hiciera al país más competitivo de cara al exterior. En ese año de apreturas, tras una reunión celebrada el 13 de abril en El Torno, se constituyó la Junta Rectora provisional para hacer las gestiones de legalización de la entidad y, en precario, como grupo frutero, comenzó a funcionar en la campaña de ese mismo año.

El 3 de enero de 1960, en el local de la Hermandad Sindical, 101 socios ponían su firma en el Acta Fundacional de la Cooperativa correspondiente a la asamblea que, con carácter extraordinario, se celebró dicho día bajo la presidencia del jefe provincial de Cooperación. La sociedad había sido aprobada con el número 8680 en el Registro Central de Entidades Sindicales del Ministerio de Trabajo. Era la primera cooperativa del Valle del Jerte --de las que forman parte de la actual Agrupación de Cooperativas-- que se constituía después de la guerra.

Pues bien, se cumplen ahora 50 años de la fundación de la Cooperativa de El Torno. Hemos escrito un libro con el fin de evocar este acontecimiento y resaltar la importancia de la apuesta que, con firme decisión, realizaron aquellos socios fundadores que creyeron en un futuro mejor superando muchas dificultades y resistencias. Esta obra será cedida en breve a la Junta Rectora de la Cooperativa en la persona de su presidente para que sea editada en homenaje a todos los socios que han sostenido la institución desde su fundación hasta la actualidad, como reconocimiento también de la relevancia que la cooperativa ha tenido durante todos estos años como motor económico del pueblo.

Escriben Ayllón, Izquierdo y Díaz en su Historia de la Filosofía que el hombre es un ser que conoce y progresa, que ama y sufre, que va a morir y que lo sabe, pero su obra queda. Por eso es también el único animal capaz de hacerse preguntas radicales sobre el sentido de su vida, sobre el origen del universo y la causa última de todo lo que existe. De modo análogo, en nuestra obra hemos tratado de descifrar el origen, las claves, los principios y la vida de la cooperativa desde el estudio del corpus documental de dicha sociedad y con la aportación testimonial de dos de sus primeros secretarios. Estamos convencidos de que no hemos llegado a saber toda la verdad, pero se nos antoja que aportamos algunas luces sobre el asunto y estamos convencidos de hacer una aportación valiosa al conocimiento de una institución esencial para el pueblo.