Ustedes van a votar mañana al candidato menos peor. Yo no voy a poder hacerlo, ¡ay de mí!, porque me encuentro en ese lugar llamado "el extranjero". Pero mejor que no vote, porque confundo a la gente y no quiero hacerle un feo a nadie.

Que la confundo quedó demostrado ayer. Estaba yo leyendo hacia la una de la madrugada cuando oí turbadores ruidos en el tejado de la casa. Mi actual refugio es un ático bajo viejas vigas, de modo que distingo hasta el paso de un gato. No era un gato. Me asomé al rellano y vi, no sin emoción, que un sujeto se estaba descolgando desde la claraboya de la cubierta. Alarmado, inquirí sobre los motivos de semejante conducta a tan altas horas de la noche. El individuo, que llevaba un saco en la mano, me miró sin recelo y pude advertir que era un árabe delgado y extremadamente educado. "Acabo de arreglar la antena de la televisión, monsieur, le deseo un prolongado descanso", dijo, cortés, y salió disparado escaleras abajo.

Sosegado, regresé a casa, en donde mi mujer se moría de la risa. En ese momento comenzaron los gritos del vecino de abajo que gritaba "¡al ladrón, al ladrón!", pero en francés, que impresiona más porque se les dice cambrioleurs, palabra imponente y difícil de pronunciar. En efecto, supe luego que el malhechor iba huyendo de la policía por los tejados, tras haber asaltado la casa paredaña. Solo entonces me percaté del ulular de sirenas. Luego me dijeron que había logrado huir, pero como son educados nadie añadió: "Gracias a usted, pedazo de merluzo".

Durante unas horas anduve cavilante porque si me ponían en una rueda de reconocimiento iba a ser de escasa ayuda. Al haber advertido tan nítidamente el origen africano del salteador, no pude fijar ningún detalle, ni si tenía la nariz gorda, los ojos pequeños o el pelo cano. Deduje que algunas veces una identidad fuerte impide la identificación mejor que cualquier disfraz. De modo que lo más identitario es lo menos identificable. Imaginen ustedes si voy a poder votar entre dos candidatos tan idénticos. Me deberían retirar el derecho de voto.