Un vecino de Malpartida de Plasencia de 40 años tuvo ayer en vilo a la Policía Nacional y Local durante cuatro horas desde que avisó a un familiar por teléfono móvil de su intención de arrojarse por el puente de la circunvalación norte hasta que reapareció en Feycar para ser recogido por su familia. Mientras estuvo en paradero desconocido, las policías montaron un dispositivo especial en prevención de que pudiera cumplir su amenaza.

Nada más llamar a su tío desde el móvil en torno a las 13.30 horas se temieron lo peor porque hallaron su furgoneta blanca aparcada en la carretera con las llaves puestas. Mientras agentes de paisano y de uniforme peinaban la zona, la Comisaría trató de localizarle en su teléfono, pero no fue hasta varias intentonas después cuando contestó la llamada.

MAL DE AMORES

Fuentes policiales confirmaron que se encontraba bien aunque desaparecido y que había pedido hablar con su novia por un supuesto mal de amores, pero ésta tenía el teléfono fuera de cobertura. El agente que le habló desde el teléfono de Comisaría le disuadió para que volviera en busca del coche antes de que se lo llevara la grúa aunque fue un familiar quien se ocupó de retirar el vehículo.

La familia cruzó varias llamadas a lo largo de la tarde hasta que hacia las 17.30 horas se avino a ser recogido por los familiares y conducido a casa para poner final feliz a una historia de verdadera angustia. Aunque la policía siempre creyó que era una falsa alarma porque los suicidas no tienen por costumbre anunciar sus movimientos, por precaución montó un llamativo servicio especial en la circunvalación en el que también participó la Guardia Civil porque la novia es de otro municipio y hubo de ser localizada por la Benemérita, según las mismas fuentes policiales.