Por suerte se han saldado con heridos leves aunque cuantiosos daños materiales, pero han tenido que producirse otros dos accidentes en una semana para que el ayuntamiento instale las prometidas bandas reductoras de velocidad en Ciudad Jardín que la asociación vecinal llevaba pidiendo, al menos, cuatro meses. Hasta carreras de coches aseguran los vecinos que se producen en la urbanización, donde han solicitado además una reordenación del tráfico y el cierre de las traseras para evitar también minibotellones.

El último accidente fue el sábado cuando un coche embistió a otro y su conductor dio hasta cuatro veces más de lo permitido en la prueba de alcoholemia, según indicó ayer el concejal delegado, Francisco Martín, quien avisó de que estos controles se van a intensificar por el verano. "A los vecinos no nos hace gracia tener que pedir las avispas" --dijo ayer el presidente de Ciudad Jardín, Juan Benito-- "pero las vemos necesarias ante los accidentes habidos".