Nadie compra ahora ropa de abrigo, porque no hace frío, ni tampoco ropa de verano, porque faltan muchos meses para el próximo. Conclusión, «estamos parados». Lo afirma Fernando Santiago, presidente de la Asociación Zona Centro, que aglutina a la mayoría de comerciantes de las calles de la zona intramuros. Según sus cálculos, hay un culplable claro, el tiempo, la climatología .

Y es que el veroño que se está viviendo en la ciudad está retrasando las ventas de la temporada otoño/invierno. Según los cálculos de Santiago, el consumo lleva paralizado en torno a un mes y medio. No duda de que la climatología «influye mucho» en las compras de los establecimientos textiles y, de mantenerse las temperaturas en la misma linea, teme que apenas les queden de diez a quince días para vender la mercancía. Porque después llegarán las rebajas.

Según explica, la temporada se extiende de septiembre a diciembre, sobre todo hasta el puente del 6 y 8 de diciembre porque, pasadas esas fechas, los consumidores empiezan a pensar que se acercan las rebajas de enero y, salvo los regalos de las fiestas navideñas, frenan el consumo.

Por lo tanto, apenas les queda un mes para vender la ropa de la nueva temporada, pero, si sigue sin hacer frío, el tiempo se irá acortando y se verán obligados a poner a la venta los artículos a los precios con descuentos de las rebajas. Eso, o perder el dinero invertido en la mercancía o guardarla pasa sacarla en otro momento.

Precisamente, esta paralización del consumo está obligando a algunos establecimientos a lanzar ofertas y descuentos antes o con más asiduidad de lo que sería habitual. Así, ya se pueden ver, por ejemplo en la calle del Sol, escaparates con carteles de Ofertas de otoño, Todo 20% o -25% en camisetas. Igualmente, Zona Centro aprovecha para sacar proyectos conjuntos que animen a las compras. Todo porque «estamos muy apretados», subraya.