La obra de la Cruz Dorada no ha hecho más que comenzar, pero ya tiene muy descontentos a los vecinos con coche. La razón es que no ha empezado hasta esta semana, pero desde hace dos que no se puede aparcar en esta plazuela ni en la calle Santo Domingo de Guzmán porque desde entonces está vallada, con señales de prohibido estacionar y han llovido las multas por aparcamiento indebido, de 36 euros.

La policía local alega que sólo cumple órdenes y los vecinos que el ayuntamiento no debería haber vallado la zona hasta que empezara realmente la obra. "Bastante que no podremos aparcar cuando empiece la obra", decía un afectado. "Las señales no las hemos puestos nosotros", respondió un agente.