Como en la mítica película de Sidney Pollack de 1969, Danzad danzas, malditos , la prueba Nostop, celebrada este fin de semana, exigió a sus participantes andar hasta la extenuación. Sólo podía quedar uno en pie y así fue. Juan Francisco González Pérez, atleta de Romangordo y segundo el año pasado, demostró estar hecho de otra pasta y se hizo acreedor del triunfo en esta tercera edición (Concha Gil lo hizo en chicas un día antes).

Sus méritos no fueron pocos. Desde el viernes, a las ocho de la tarde, y hasta las once de la mañana de ayer, cuando decidió parar, ya sin nadie más en el circuito, González completó 220 kilómetros, dio 120 vueltas al parque de La Isla y anduvo 314.280 pasos. Récord de la prueba y una gesta al alcance de muy pocos. Solo el placentino Miguel Angel Gil pudo plantar cara casi hasta el final, pero se vio obligado a tirar la toalla después de recorrer 214,5 kilómetros. Su esfuerzo le impidió subir al podio en la entrega de premios.

El campeón, experto en maratones y media maratones, afirmó que no hay una prueba tan dura como el Nostop: "Hay que estar muy fuerte mentalmente, sobre todo para saber ocultar tus debilidades y superar dos noches muy largas".