El placentino Miguel Angel López volvió el pasado octubre de Moravia, México, con su tercer galardón de campeón del mundo de culturismo, después de haber logrado hacerse con el escalón más alto en "las competiciones de los años 2008 y 2011", según él mismo explicó ayer, en una comparecencia junto al edil de Deportes y el alcalde, quien aprovechó para felicitarle y definirlo como un "ejemplo deportivo".

En el culturismo hay "más compañerismo que rivalidad, te conoces de mucho tiempo", según aclaró López, quien defendió "la limpieza" de esta práctica deportiva frente a la tendencia a asociar el culturismo con el dopaje, y recordó los controles a los que deben someterse para competir quienes ejercen el culturismo.

Su tercer título mundial era "el objetivo" de este año, que el campeón definió como "estupendo", pese a que el miércoles tuvo que someterse a una pequeña intervención.

López, que también tiene cinco subcampeonatos del Mundo y siete campeonatos de España en su haber, enfocará su esfuerzo desde ahora en "el campeonato europeo, que es en mayo", mientras se presenta a otros que se planteará "como calentamiento".

Miguel Angel López quiso desmitificar la clásica imagen del culturista como alguien que no sale del gimnasio, ya que él le dedica "una hora y media al día, no más, porque los grupos musculares tienen que recuperarse para poder tomar volumen", por lo que la importancia está en contar "con un gran entrenador", puesto que en su caso ocupa José Pedro Zapata.

"Muchas veces te comparas con otro competidor y te ves peor", confesó, "pero José Pedro en seguida te devuelve a la realidad y te anima". Además, "el punto de vista objetivo" de su entrenador también sirve para guiar a López en las áreas que "hay que mejorar", explicó.

"Lo que peor llevo es la alimentación, no comer lo que me gustaría", admitió López, quien, aunque negó que se pueda vivir del culturismo, afirmó que competirá "hasta que el cuerpo aguante". Pero, en su opinión, "el sacrificio y la constancia" que exige de él el culturismo "no pueden ser malos" si, como recordó, en la categoría de mayores de 65 del pasado campeonato mundial "había un hombre de 71 años que estaba muy bien", por lo que aún le quedaría recorrido a este deportista de 47 años.