La escalera que partía en dos un túnel de acceso a una urbanización de viviendas en San Miguel ha empezado a ser derribada. Después de dos años de quejas vecinales porque la obra impedía el paso de camiones de bomberos o vehículos sanitarios, el ayuntamiento ha ordenado el derribo porque la escalera no se ajustaba al proyecto presentado por el propietario, según anunció la edil de Barrios, Carmen Blázquez.

En agosto del 2002, unas 50 familias de la calle Malpartida de Plasencia denunciaron su construcción y ante la falta de respuesta municipal llegaron a recoger firmas que presentaron en el ayuntamiento en enero del año pasado para pedir más medidas de seguridad. Sin embargo, el anterior equipo de gobierno aseguró que la obra era legal porque su propietario tenía licencia municipal desde 1989 y además el túnel era de propiedad privada.

Blázquez señaló que "al pedir ahora la licencia de primera ocupación, los técnicos han visto que la escalera no se ajusta al proyecto porque tiene que ser volada, así que hay que derribarla".