Un bloque de viviendas de tres plantas, donde residen seis familias, tuvo que ser desalojado ayer, en torno a las dos de la tarde, debido a una «pequeña explosión» en el motor de un acuario que se encontraba en el salón de una vivienda. Como consecuencia, se produjeron daños materiales en el piso afectado, ubicado en la segunda planta, y en el situado justo debajo, pero ningún vecino resultó herido.

Fue un residente del tercer piso quien llamó al 112. Ayer por la tarde, explicaba a este diario que escuchó «un ruido muy fuerte» y vio mucho humo que salía por la ventana del segundo piso. «El 112 me dijo que saliéramos del edificio», por lo que fue lo que hicieron los vecinos. En la calle, esperaron la llegada de los efectivos que derivó el 112, que fueron dos vehículos médicos, del SES y Cruz Roja, una dotación del parque de bomberos y patrullas de la Policía Local y Nacional.

Según fuentes policiales, la explosión provocó llamas que quemaron gran parte del salón y, según el 112, resultaron afectadas también otras estancias del piso. Los vecinos apuntaron ayer tarde que en la vivienda, que fue precintada por la Policía Nacional, vive una pareja joven.

Quienes también resultaron afectados fueron los vecinos del piso situado justo debajo. Su dueña recordaba ayer que no estaban en la vivienda cuando se produjo la explosión. «Estaba trabajando cuando me llamaron y me llevé un susto hororroso, pensé que me había quedado sin casa».

300 litros de agua / Respiró cuando vio que el edificio seguía en pie, aunque el agua del acuario se ha filtrado a su salón, con lo que han resultado dañados los muebles, libros y otros enseres. «Me han dicho los bomberos que ha sido un acuario de 300 litros y que tenían otro de 200 también en el salón», explicó.

Otra joven vecina tampoco estaba en su vivienda cuando se produjo la deflagración y subrayó que la explosión había roto los cristales del balcón trasero del edificio, que ayer se amontonaban en un jardín de un patio exterior.

Según la vecina del primer piso, la estructura del bloque no ha resultado afectada y, además, ninguna otra vivienda ha sufrido daños, por lo que todos, a excepción de los vecinos del piso donde se produjo la explosión, pudieron ayer hacer vida normal y dormir en sus casas. En su caso, todo ha quedado «en un susto».

Al conocer la noticia, el alcalde y la concejala de Interior acudieron personalmente al bloque afectado y Fernando Pizarro agradecieó la «rapidez y eficacia» de los servicios que actuaron.