El lunes fue detenida por la Policía Nacional la mujer que tenía desesperados a los comerciantes, sobre todo del centro, pero también de otras zonas de la ciudad y hosteleros, por los numerosos hurtos que llevaba a cabo cada semana, y a veces a diario. Vieja conocida de la policía, con numerosos antecedentes policiales y problemas con las drogas, además pesaba sobre ella una orden de detención e ingreso en prisión, como desveló ayer el policía.

La detenida tiene 36 años y en las últimas semanas habían aumentado sus hurtos. Hasta el punto de que comerciantes, apoyados por la Asociación Zona Centro, han recogido firmas para pedir más vigilancia policial a pie por el temor de ser víctima de uno de sus robos. Además, según hosteleros, llegaba a coaccionar a turistas y otros clientes en el caso de no recibir limosna "y en alguna ocasión escupió en los platos o raciones de los mismos o cogió la comida con las manos".

Está inmersa en varias causas abiertas en diversos juzgados y fue detenida en virtud de una orden judicial.