Un encapuchado arroja un artefacto a la tienda y el fuego se propaga en cuestión de segundos. Ocurrió a la una y cuarto de la madrugada de ayer en los bajos del número 16 de la avenida de la Vera y la rápida intervención de los bomberos evitó una tragedia que podía haber afectado a los pisos del piso superior. Con todo, el incendio no se extinguió hasta dos horas después y arrasó el comercio, de ropa del hogar muy inflamable.

Por suerte no ha habido que lamentar daños personales, pero sí un susto mayúsculo para los vecinos y un disgusto enorme para los propietarios, de una reputación intachable después de muchos años en el negocio.

SOSPECHAS Por eso ayer pusieron en conocimiento del juzgado que una sentencia reciente ha condenado a un vecino de la familia por agredir a uno de sus miembros y sobre aquél pesa una orden de alejamiento, lo que ha abierto una línea de investigación sobre la causa.

Que el fuego fue intencionado no es una hipótesis, sino el testimonio de una testigo que vio cómo un encapuchado, de apariencia joven, altura media y complexión delgada, lanzó algo contra la tienda y salió corriendo, según fuentes policiales. De suerte que un vecino llamó de inmediato al teléfono directo de los bomberos, que llegaron rápidamente cuando el humo empezaba a colarse por las viviendas y evitaron una tragedia mayor.