Los usuarios del taller de forja de la comunidad de rehabilitación de toxicómanos Finca Capote han realizado una escultura dedicada a los excluidos sociales que el ayuntamiento ha decidido instalar en el parque de La Isla. Miguel Angel, Emilio, Manuel y Michel han trabajado guiados por su monitor Roberto Iglesias para crear una escultura de seis metros de alto por seis de ancho con varias figuras que reflejan los pasos que da una persona desde que vive sin problemas hasta que cae en la droga o en cualquier otra adicción y, pese a las dificultades, logra recuperarse con la ayuda de la sociedad, según explicó Iglesias.

A la inauguración asistieron varios concejales del ayuntamiento, el director y trabajadores de la comunidad terapéutica y el secretario técnico de drogodependencias de la Junta, Carlos Martín Araujo, que destacó el trabajo de sus autores porque "es un reflejo de que con trabajo se puede salir de la droga".