Del cine y sus grandes amantes, de los besos de película, de la libertad del amor, de sus alas, de las de las mariposas, el color de los complementarios y el de las personas que se complementan. De todo esto trata Rumor de besos, batir de alas , una exposición itinerante que se inaugura mañana, a las ocho de la tarde, en Las Claras. Es la obra artística de Carmina Santos y de la placentina Esther García, un trabajo que desde 2015 ha visitado diferentes ciudades extremeñas. Plasencia es la última parada.

Esta exposición pictórica, que estará abierta hasta el día 14 de septiembre, "une dos temáticas: los besos de película y el simbolismo de la mariposa". Esther García confiesa ser una cinéfila apasionada, y en sus obras recoge "los momentos más románticos de la historia del cine a través de blancos y negros. Desde el beso de Romeo y Julieta, plasmado en un díptico que resume muy bien lo que es la exposición --esta obra protagoniza el cartel de la muestra-- hasta los personajes de Drácula , La gata sobre el tejado de cinc , La edad de la inocencia o El planeta de los simios ".

Carmina Santos se inspira en el simbolismo de las mariposas y de los ángeles, en la libertad y en el amor por esa libertad. En su caso apuesta por el color y en sus cuadros busca trasladar el vuelo de la mariposa a las personas. La obra también une pintura y literatura. Carmina acompaña sus cuadros de pequeñas alegorías y Esther lo hace de breves sinopsis de películas

Han participado en varias exposiciones colectivas pero esta es la primera vez que trabajan de la mano, en conjunto. Y repetirán. Las dos insisten en el placer que supone trabajar la una con la otra. Comparten nuevos proyectos e ilusiones, como una exposición solidaria en el Colegio de Médicos de Madrid, de la que Carmina es comisaria. Ambas tienen la ilusión de poder exponer, en solitario y próximamente, en el Instituto Cervantes de Múnich, además de poder desarrollar sus proyectos en solitario.

Qué mejor forma de cerrar una puerta, que en casa. Para Esther García "no podría ser otro sitio. Hemos estado en muchas ciudades: Cáceres, Mérida, Trujillo, Huelva... se lo debía a Plasencia, no podía terminar la exposición sin estar en Plasencia, así que me puse en contacto con Fernando Pizarro y desde entonces hemos buscado un hueco para poder estar en la ciudad".

Ambas son funcionarias además de pintoras. Hace tiempo un amigo en común, también pintor, las presentó. Desde entonces han compartido su pasión por la pintura, los viajes y una bonita amistad. "Somos personas muy distintas, tenemos gustos diferentes y nuestro trabajo también lo es, no tiene nada que ver. Esther utiliza el blanco y negro y mi obra es todo color, pero juntas nos compenetramos muy bien" tanto en lo personal como en los profesional", coinciden las dos artistas.