Seis detenidos, cuatro de ellos ya en prisión, planeaban secuestrar a un menor de la ciudad. La operación policial que permitió su detención tuvo lugar en Salamanca, donde los detenidos --que pertenecen a un mismo clan de etnia gitana con residencia en Béjar-- secuestraron a un menor al que conocían desde hacía seis años y también de etnia gitana, al que después liberaron al cobrar un rescate de 60.000 euros.

Según el auto judicial, los dos cabecillas de esta operación son Manuel G.J. y Pilar B.J., que "tenían previsto la comisión de nuevos delitos similares" puesto que la mujer ya había hablado con una hermana para "colaborar" en un secuestro en Santa Marta de Tormes y otro en Plasencia. La información policial revela que para los nuevos secuestros se barajaban "algún alumno de un colegio de educación especial de una localidad cercana a Béjar", o bien el "niño más bonito que viesen en un establecimiento de hostelería de Plasencia".

Fuentes de la investigación afirman que la idea de los secuestros responde únicamente a un móvil económico para conseguir dinero mediante el cobro de un rescate.