La crisis del grupo Himexsa-Tecnoagua amenaza con paralizar la planta depuradora de aguas residuales. Si en el plazo de una semana no abona la factura de la luz correspondiente a marzo por importe de 7.768,68 euros, Iberdrola suspenderá el suministro de energía eléctrica y, por tanto, la planta dejará de funcionar con lo que otra amenaza --la de la contaminación del río-- se cierne sobre la ciudad si las aguas residuales son vertidas al Jerte sin tratamiento alguno.

Así lo advierte un informe técnico municipal tras el que el alcalde gestionó ayer con Iberdrola prorrogar una semana más el plazo inicialmente dado por la compañía para haber cortado hoy el suministro a la depuradora, según fuentes municipales.

Aunque es un servicio municipal, el contrato del consumo de energía eléctrica de la depuradora está a nombre de la concesionaria --la UTE Himexsa-Tecnoagua y Casma-- y el ayuntamiento no puede evitar legalmente el corte por impago porque el tratamiento de aguas residuales no está considerado servicio esencial como lo está, sin embargo, el agua para consumo humano.

EL PLENO DICE SI AL TRASPASO

El ayuntamiento maneja la posibilidad de hacer frente a la deuda con cargo a las certificaciones por las que el municipio abona su gestión a la UTE, pero el mismo informe técnico advierte de que ello no es posible porque éstas han sido intervenidas judicialmente.

Mientras tanto, la adjudicataria ha pedido autorización al ayuntamiento para ceder sus derechos a otra empresa como mejor solución para la continuidad de la gestión, dado que Iberdrola no es el único proveedor que ha amenazado con cortar el suministro por falta de pago y el personal lleva sin cobrar hasta tres nóminas. Lo que aprobó ayer el pleno municipal por unanimidad tras el informe favorable de los técnicos jurídicos, condicionado al cumplimiento de los trámites burocráticos.

Así y a dos años de finalización de la concesión --que se hizo por diez-- Himexsa-Tecnoagua ha propuesto hacer un traspaso a la empresa vasca Pridesa, con domicilio en Erandio, que asumirá el personal en virtud del convenio del sector y se espera que también la deuda con Iberdrola.

Entre tanto, el informe técnico citado hace hincapié en alertar de las consecuencias medio-ambientales que traería para el río Jerte la paralización de la depuradora. Como la planta funciona mediante un sistema biológico, podría desaparecer la colonia bacteriana y para su regeneración harían falta al menos treinta días. "Es decir --explica-- que dependiendo de la duración del corte, una vez repuesto, la planta no funcionaría a pleno rendimiento al menos hasta dicho periodo de tiempo, con lo cual, en este periodo se continuarían superando los límites físico-químicos permitidos".