Cada vez más familias eligen incinerar a sus fallecidos en lugar de enterrarlos. Los dos crematorios locales han detectado un aumento de las incineraciones, que ya se realizan hasta en el 15% de los fallecimientos.

Así lo afirman desde el crematorio Nuestra Señora de Fátima, que ha realizado este año una media de ocho incineraciones al mes, mientras en el San Lázaro ha habido un total de 67, a una media mensual de entre cinco y ocho. Por el contrario, las estadísticas del cementerio muestran un descenso de los enterramientos tradicionales, con una media de 18 al mes, la más baja de los últimos cinco años.

Así, mientras de enero a octubre de este año ha habido un total de 177, en el mismo periodo del año pasado se habían realizado 217, frente a 197 en el 2004; 196 en el 2003 y 185 en el 2002.

Para el crematorio Nuestra Señora de Fátima, la razón del alza de las incineraciones está en que "antes no se conocía y cuando algo no se conoce, no se usa y además, antes había un reparo religioso, pero ahora la gente es más liberal y se ve más normal".

Su responsable, Simón Sánchez, la defiende porque "es más limpia, cómoda y mucho más económica", ya que puede costar unos 430 euros mientras que solo el nicho para un enterramiento alcanza los 780, explica.

Pero aún así, el número de enterramientos supera los 200 al año, por lo que el ayuntamiento sigue construyendo nuevas galerías y recientemente una sala de autopsias insonorizada.