El martes por la noche, la propietaria de un piso en la calle Santa Eulalia, en el barrio de Miralvalle, alertó a los bomberos por un fuego en su cocina. Solo estaban ella y una niña de cinco años, y solo hubo que lamentar daños materiales.

A las 21.20 horas los bomberos recibieron el aviso y llegaron rápido al lugar del suceso. Una vez allí ya solo tuvieron que hacer labores de extinción y de sectorización de la zona para la correspondiente evacuación del humo originado por el incendio, que calcinó gran parte de la cocina.

Al parecer, la rápida intervención de los vecinos, quienes usaron los extintores del bloque, permitió que el fuego no avanzara tan rápido y no causara daños mayores en el resto del piso ni en el bloque, donde ayer por la mañana ya había tranquilidad y normalidad después de lo sucedido.

Hasta el lugar de los hechos se trasladaron seis bomberos que socorrieron a la propietaria y la niña menor, así como al resto de los vecinos.

Según confirmaron ayer a este periódico fuentes de los bomberos, actuaron de forma rápida, pues a las 22.14 horas regresaron después de atender el incendio.

Durante el tiempo que estuvieron trabajando en el incendio hubo corte de suministro eléctrico en el bloque, pero se pudieron evitar mayores desperfectos, que solo sufrió la cocina del piso. También había manchas negras causadas por el humo .