La administración de lotería de la calle Talavera ha tenido que cerrar sus puertas después de llevar 32 años abierta. Así lo ha obligado una sentencia, que ha concedido la titularidad de la administración número 2 a Pilar Sánchez al considerar que su local, situado en la calle del Rey número 23, se ajusta más a los baremos del concurso convocado por la Administración de Loterías y Apuestas del Estado.

El 1 de agosto, el matrimonio formado por Luis Fernández y Paqui Díaz, que llevaban 11 años al frente del negocio, recibía la noticia de que en 10 días debía cerrar el despacho en virtud de una sentencia de abril del 2006 del juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 6 de la Audiencia Nacional, ante la que no cabía recurso. Terminaban así siete años de litigios entre los ya exadjudicatarios y Pilar Sánchez, esposa del dueño del bar Puerta del Sol --que vende primitivas y quinielas, pero no lotería nacional-- y actual adjudicataria.

Según explicaron ayer unos desolados Luis Fernández y Paquita Díaz, el organismo nacional les concedió la administración --en la que Fernández llevaba trabajando desde 1977-- en el año 1995, de forma provisional. En 1999, ganaron el concurso convocado por la Administración de Loterías, al que también concurrió Pilar Sánchez, que recurrió la decisión del organismo y la justicia decretó que debía repetirse el concurso porque no se había tenido en cuenta a todos los locales de la calle del Rey (con lo que se había desestimado el de Sánchez) sino solo hasta la plaza Sosa. En 2004 se celebró y lo volvió a ganar el matrimonio.

Pero Sánchez volvió a recurrir y en octubre del 2005 el juez le dio la razón en virtud de unos informes periciales que rebajan los puntos que el organismo nacional concedió al establecimiento de Luis Fernández (relativos al escaparate, la distancia hasta la administración más próxima o la fachada), de forma que el local de Sánchez supera en puntos al del matrimonio.

Pese a que Fernández y Díaz recurrieron en noviembre, el juzgado desestimó su recurso. La pareja cree que la sentencia "es injusta" porque tienen informes de un perito y del ayuntamiento que ratifican sus puntuaciones y critican que el organismo nacional "nos ha dejado desamparados tras 30 años trabajando en la administración".

Una trayectoria en la que se han ganado la confianza de miles de clientes y abonados --que suponían el 60% de las ventas y han pasado ahora a la administración de la plaza-- a los que ayer quisieron dar las gracias: "Muchas gracias a todos porque hemos tenido muchísimo apoyo y se han portado muy bien".