El próximo día 31, el concejal de Relaciones Institucionales, Luis Díaz, tendrá que declarar en un juzgado de Instrucción de Plasencia, en calidad de investigado, por un presunto delito de prevaricación.

La citación tiene su origen en la denuncia que presentó una vecina contra el entonces concejal de Festejos por no habérsele concedido una caseta en el recinto ferial en la feria del año pasado.

Según señaló ayer el ayuntamiento, el juzgado de Instrucción ya archivó esta denuncia, pero la afectada recurrió a la Audiencia Provincial, que es quien ahora ha devuelto el caso a Instrucción, teniendo que abrir diligencias previas para investigar lo ocurrido.

El consistorio ha manifestado que la decisión de denegar la caseta la tomó la junta de gobierno municipal en base a un «informe técnico de incompatibilidad», ya que quien solicitaba la caseta era la mujer de un trabajador municipal» y dijo que el concejal, con quien no pudo contactar ayer este periódico, está «tranquilo».

La mujer argumentó en su denuncia que había sido adjudicataria de una caseta en los años 2014, 2015 y 2016 y que el año pasado presentó la misma documentación, pero no se le concedió y lo atribuía a una mala relación personal entre el concejal y su familia.

El ayuntamiento replicó que en años anteriores se había concedido a otros familiares.