La policía fiscal precintó ayer el local donde la comunidad evangélica Filadelfia practicaba el culto a pesar de no contar con licencia de obras ni de actividad y tras las numerosas denuncias de la comunidad de vecinos, sobre todo por los ruidos, la última el martes y que obligó a actuar a la policía local.

El ayuntamiento ya dijo el miércoles que el precinto se estaba tramitando por la falta de licencia de obras, y que era cuestión de días. Fuentes municipales aclararon ayer que el precinto no se ha ordenado por un decreto de alcaldía sino como finalización de un expediente que se abrió en el mes de octubre.

Ahora, la comunidad se queda sin local para practicar el culto hasta que la Junta ceda uno en Gabriel y Galán, que le ha solicitado el ayuntamiento, y lo acondicione.