A sus 90 años, María Sánchez Huertas fue víctima de un robo de lo más inusual. Un toxicómano le quitó el perro cortándole la correa con la que lo llevaba de paseo a plena luz del día por San Juan para intercambiarlo supuestamente por droga. Ocurrió hace dos meses, durante los cuales la historia de María se ha hecho tan popular que han sido muchos los que han arrimado el hombro para buscar a este pequeño perro de raza Pomerania.

Hasta que llegó a oídos de la Policía Nacional, que el 28 de junio devolvió la sonrisa a María entregándole su fiel mascota, de nombre Osi. Lo halló en el barrio de San Lázaro, en una vivienda donde, al menos, no le trataron mal. "Fue verse y correr cada uno a su encuentro" relataron los testigos y uno de los vecinos que ayudaron a buscarlo pedía que se agradeciera públicamente la labor policial. "Ponga usted ahí que gracias al agente Macías y a su equipo porque con todo el trabajo que tiene la policía, han sido sensibles al drama que estaba pasando María".

Plasencia, volcada

Mientras María, que no quiere que su cara salga en la fotografía, insistía en los agradecimientos. "Yo lo que quiero es dar las gracias a estos señores porque me han devuelto a Osi a casa, un poco sucio, pero bien porque yo lo que más temía era cómo le estarían cuidando". El mayor cuidado que necesita un pomerania radica en su pelaje, tan abundante que debe ser cepillado con frecuencia. Lo que hacía ayer, con mimo, María.

Del día de su desaparición recuerda cómo le seguía un joven toxicómano sin la menor sospecha de que le iba a cortar la correa para llevarse al perro. "Me dio mucha pena, pero también me irritó muchísimo" y, pese a que los años no pasan en balde, conserva perfectamente la memoria: "Me lo quitaron el 21 de abril y me lo han devuelto al 28 de junio".

No obstante, la denuncia sigue su curso en el juzgado y en casa de María también agradecen la colaboración prestada por la Asociación Protectora de Animales y Plantas. Mientras sus vecinos avisan: "Que ni se les ocurra volver a tocar al perro ni a María, que sabemos quiénes son y ya ven lo bien que ha funcionado la policía". Final feliz para un drama familiar que tuvo a María con el alma en vilo.