El juzgado número uno de Navalmoral ha condenado al conocido ganadero José Luis Martín Berrocal a pagar otros 238.000 euros a la Fundación Benéfico Docente del Colegio de Huérfanas de San José porque sólo pagó un año de los cinco que disfrutó de una de las fincas cuyo arrendamiento permite al patronato dar hogar y educación a setenta niñas en la actualidad y miles desde que las donó con tal fin el marqués de Mirabel en 1854.

Es la segunda demanda que gana la fundación de huérfanas al ganadero aunque todavía no ha visto un euro de los 360.000 que también un juzgado de Navalmoral obligó a pagar a Martín Berrocal no hace más de tres meses. Entonces fue porque debía dos años de renta de otra finca y la sentencia ya es firme. El nuevo fallo al que ha tenido acceso El Periódico, de mayo pasado, ha sido recurrido por el ganadero. Ambas fincas están situadas en el término de Rosalejo.

EMBARGADO De suerte que el patronato dispone de otras siete en alquiler que han servido de sustento a las huérfanas, cuya madre superiora siempre ha insistido en que el conflicto con Martín Berrocal no ha alterado la vida en el colegio sito en la calle Sancho Polo por esto, pero también porque han sabido apretarse el cinturón.

Para la fundación no fue precisamente una garantía haber arrendado las fincas de El Gamonital y Tórdida y Peluca a un ganadero de tanto renombre cuyas maniobras han dilatado año y medio la resolución de la demanda por esta segunda porque primero trató de implicar a una de sus sociedades, lo que obligó a la fundación a presentar otra demanda cuando finalmente la sociedad ha sido absuelta de toda culpa. También solicitó una compensación por valor de casi la mitad de lo adeudado por la construcción de un cerramiento en la finca que también desestimó la jueza Gemma Poveda.

Mientras tanto, la abogada de la fundación benéfica, la placentina Blanca Aparicio, pidió y fue concedido como medida cautelar el embargo de varios inmuebles: tres locales a su nombre en Huelva y una vivienda familiar en un municipio de Segovia cuya titularidad comparte con sus hermanos además de un local, también compartido, en el madrileño Paseo de la Florida.