El pleno aprobó ayer un proyecto de la concejalía de Bienestar Social que combate el racismo contra la población gitana por el que pone a su disposición un abogado para que denuncie aquellos casos donde aprecie marginación. Así lo anunció la concejal delegada, Raquel Puertas, quien denunció, a su vez, que tengan que celebrar sus bodas en el campo porque se les vete el acceso a los hoteles y restaurantes de la ciudad. El proyecto llega a la vez que la Asociación Gitana ha puesto en marcha esta semana una serie de actividades en los institutos y entre las diversas asociaciones locales para difundir su cultura. Así, hoy recibirán la visita de la comunidad gitana los alumnos del Pérez Comendador y del Valle del Jerte mientras desde mañana hasta el viernes le llegará el turno a los escolares de los colegios de San Miguel, Ramón y Cajal, La Paz y Miralvalle a cargo de un contador de cuentos de etnia gitana y con experiencia en Barrio Sésamo.