Las monjas no venderán al ayuntamiento los mil metros del jardín del asilo que le hacen falta para acometer sin estrecheces el bulevar de Cañada Real, pero el gobierno del PSOE no renuncia, aunque ello vaya a crear un cuello de botella en una avenida donde ha proyectado una bandeja central de nueve metros de ancho y doble carril para cada sentido de la circulación con anchura de seis metros.

"Adaptaremos el proyecto al terreno que tengamos --indicó ayer la concejala de Urbanismo y Obras, Mónica García-- aunque eso no va a afectar para nada a la primera fase que está ya adjudicada". Lo cierto es que las obras, que está previsto que empiecen en el plazo máximo de un mes --adjudicadas por 234.990 euros a Construcciones Daro Royo--, sólo irán de la glorieta de Donantes de Sangre hasta los minicines.

APARCAMIENTOS Desde ahí y hasta la rotonda el bulevar tendrá que estrecharse ante la negativa de las monjas a vender el terreno, según han confirmado fuentes municipales, sin que haya trascendido la cantidad económica que les ofreció la alcaldesa en las negociaciones que ha llevado personalmente.

Pero el gobierno del PSOE no renuncia a llevar adelante uno de los proyectos estrella de su programa electoral para convertir la avenida Cañada Real en el primer bulevar con bandeja central para paseos y carril bici más la doble vía para cada sentido sin que ello suponga eliminar aparcamientos, según la concejala, aunque sí su redistribución. Incluso advirtió de que podría aumentar las plazas en cincuenta en la calle que hace esquina con el centro de salud.