El presidente de la gestora evitó poner fecha ayer a una hipotética moción de censura que desbancaría al PSOE del gobierno. ¿"Antes o después de las elecciones generales?" se preguntó a sí mismo en voz alta, pero respondió que sería "absurdo hablar de un calendario" con tantas cosas como tienen que cambiar antes en el PP local. "Sería una irresponsabilidad --advirtió-- a la que el PP no va a entrar que pensáramos sólo en recuperar el gobierno sin dar antes los pasos para que el nuevo que pudiera conformarse tuviera viabilidad o estaríamos a los tres días tirándonos los trastos a la cabeza".

TRASTOS A LA CABEZA

De hecho, Anselmo Díaz Cabello empezó ayer por señalar que el congreso de renovación al que está llamado a conducir al partido en Plasencia "no podrá afrontarse con un partido dividido que sería volver atrás" y se marcó el reto de la integración. Aunque hizo mucho hincapié en resaltar que ni ésta ni un pacto pueden llegar a cualquier precio en un claro mensaje a los afiliados del PP que no quieren dar alas a Díaz: "El PP --dijo con claridad meridiana-- no se va a sentar a negociar con premisas del todo o nada, sino que estamos abiertos a dialogarlo todo".