La organización estima en 10.000 los seguidores del vigésimo Festival Folk

La organización se muestra satisfecha con la acogida que ha recibido la novedad principal, ya que coincidiendo con el vigésimo aniversario, se ha recuperado la plaza Mayor como escenario, tras 11 años de celebración en exclusiva en la Torre Lucía.

La "reincorporación de la plaza Mayor como estrado para abrir los conciertos de cada noche" con grupos extremeños, ha sido una iniciativa "bienvenida por los comerciantes y empresarios del centro", afirma la organización en una nota de prensa, en la que añade que este hecho ha supuesto "un impulso importante para la actividad" de los establecimientos.

La organización considera que el público, "entusiasta", ha "escuchado, coreado, bailado y aplaudido", poniendo "mucho de su parte para lograr, un año más, el buen ambiente que distingue esta cita musical". Cita, por ejemplo, el público que se mantuvo en la Torre Lucía en la madrugada del sábado al domingo, cuando, tras El Naán, el grupo Zoobazar debió tocar bajo la lluvia y la tormenta eléctrica.

CON BUEN HUMOR El miembro del grupo, Diego Galaz, incluso bromeó al respecto, afirmando que "la lluvia sirve como filtro para quienes realmente quieren escucharnos" y apreciando "el gasto en fuegos artificiales, que no nos había pasado nunca", en referencia a los rayos y truenos que surcaron la noche.

Respecto al obligado cambio de escenario para quienes quisieran disfrutar de la programación al completo, la organización lo considera "parte del encanto" de la reciente edición, "siguiendo los ritmos marcados por el grupo Veritas Nostra".

Igualmente, destacó por "los tamborileros que avisaban del comienzo de las actuaciones" al caer la tarde, y por los talleres paralelos. Estos talleres, impartidos por Zoobazar, resultaron "originales y divertidos", además de "capaces de atraer la atención de alumnos de todas las edades".