Que te diagnostiquen un cáncer «te cambia la vida» y es entonces cuando un aparato como el acelerador lineal lo significa todo. Lo saben bien los pacientes que cada día tienen que acudir a sesiones de radioterapia en el hospital Virgen del Puerto, pacientes que conocen su funcionamiento y los fallos que han obligado a interrumpir algunos días el tratamiento. Por eso, se suman a la petición de la delegación local de la Asociación Oncológica Extremeña para que el SES instale cuanto antes el nuevo acelerador que llegará al hospital gracias a una donación de Amancio Ortega. Y, si es posible que esto no suponga apagar y anular el que ya existe, mejor.

Marta Cantero es una de esas personas diagnosticadas de cáncer, en su caso de mama, que han necesitado utilizar el acelerador lineal. Con 41 años, fue diagnosticada el año pasado y durante los meses de abril y mayo ha pasado por 30 sesiones de radioterapia, los «38 segundos» más largos de su vida.

Subraya que, como paciente, «lo que quieres es acabar cuanto antes» el tratamiento, pero el fin se ralentiza cuando el aparato falla y el del hospital placentino «lo hace muchísimo. A mí no me ha tocado, pero a otras pacientes que he conocido sí y es un problema porque el tratamiento no se puede suspender bajo ningún concepto. Solo la radióloga lo puede suspender». Se lo advirtieron en una ocasión en la que confundió la hora de una cita. Pero si el acelerador falla, hay que esperar a que esté arreglado y a eso hay que sumar los fines de semana y festivos.

Para Cantero, uno de los motivos de estos fallos es lo mucho que se utiliza. Tanto que su horario se ha ampliado y, según la Aoex, está en marcha desde las 8.00 horas hasta las 22.30. ¿Y por qué se utiliza más? Por su gran demanda. Por la cantidad de pacientes que necesitan radioterapia y porque este acelerador se utiliza para toda el área de salud de Plasencia, que abarca hasta Las Hurdes, por poner un ejemplo, pero también llega a Navalmoral de la Mata.

«Urge el cambio del acelerador, porque funciona muchas horas, porque tiene mucha demanda, porque tiene muchos fallos, urge por todo. Se necesita como el comer». Marta Cantero tiene algo muy claro: «Tú vida está en ello. Hay pacientes en los que la cirugía y la quimio ya han hecho su función y solo les queda la radio para acabar de rematar lo que no ha podido quitarle lo otro. Cómo no vamos a necesitar que nos traigan un aparato en condiciones». Por eso, pide sensibilidad al SES y que no se plantee anular el actual hasta instalar el nuevo porque eso supondría mayores desplazamientos, «un trastorno considerable porque quienes viven en las comarcas ya pierden toda la mañana o la tarde al tener que esperar una ambulancia que pasa por los pueblos recogiendo pacientes». Luego han de esperar de nuevo a que todos se den la radio para regresar a sus municipios.