Tan solo una semana después de que se diera por concluida la obra de la plaza de la Cruz Dorada, parte del recién estrenado suelo de adoquines se ha hundido. No han hecho más que volver los coches a circular por la plaza y ayer, una zona de tránsito de vehículos amaneció con varios adoquines levantados, lo que la empresa constructora achacó a la formación de una balsa de agua interior y a que al nuevo suelo "no le ha dado tiempo a asentarse" precisamente por el poco tráfico que ha tenido.

La remodelación de la plaza ha costado 244.899 euros del Plan de Excelencia Turística y, entre otras mejoras, ha incluido la renovación total del pavimento. Tan reciente ha sido su apertura que el ayuntamiento aún no ha recepcionado la obra, por lo que la constructora --la UTE Contrata Centro SA y la pacense Tenaos Construcción SA-- envió ayer mismo a sus operarios a reparar el pavimento hundido, mientras la concejala responsable, Raquel Puertas, no contestó a las llamadas de este periódico.

Desde Tenaos explicaron que "este material (el adoquín) se coloca sobre arena y con el tráfico se va asentando, pero al haber llovido mucho y circulado poco tráfico, no le ha dado tiempo". Así, prevé que hoy mismo este reparado, mientras falta realizar "pequeños remates en una zona donde se filtra el agua".

La remodelación de la plaza, concebida como zona de recepción de autobuses turísticos, ha incluido además del cambio de pavimento, la reordenación de aparcamientos; el derribo del muro para construir un mirador hacia La Isla; la creación de zonas verdes, más nuevas farolas, que iluminan especialmente la cruz y mobiliario urbano.