Las obras de desdoblamiento de la Ex-370 están siendo un infierno para Manuel Miranda, gerente del bar El Cochecito, un establecimiento que se encuentra en el número 6 de la calle Obispo Blasco. El propietario del local denuncia que el proyecto de la Junta haya eliminado los aparcamientos de su fachada --un total de diez-- para hacer una acera de cinco metros de ancho. El establecimiento es un buen lugar de paso para turistas, que entran y salen de la ciudad. "La gente se para a tomar un café y a preguntar por dónde se va a un sitio o por dónde se va a otro", explica Miranda.

Manuel Miranda regenta El Cochecito desde hace más de año y medio. Entonces, el proyecto de obra no recogía la eliminación de dichos aparcamientos. El propietario también denuncia que llevan más de diez días trabajando en su fachada, y la media de pérdidas diarias ascienden a los 150 euros. Miranda cuenta con dos trabajadores y le preocupa que, si finalmente los aparcamientos desaparecen, tenga que prescindir de sus empleados. "Si la gente no puede aparcar no para, y si no paran, mi negocio se hunde".

El dueño del bar se queja del trato informativo del ayuntamiento y de la Junta: "No me han dado ninguna solución a pesar de mi insistencia, y se pasan la pelota el uno al otro". Asegura que ninguna de las instituciones se han puesto en contacto con él, y que el perito de la obra ha sido el único que le ha informado sobre el desarrollo y los cambios en el proyecto.

Miranda también se queja de que las tuberías, desagües o la fibra óptica estén a la intemperie. "Los saneamientos no se van a cambiar porque quieren evitar más costes, y tampoco se va a nivelar la calle que ahora mismo está a dos niveles, incluso tres, con una escalonada que da acceso al bar y que se ha mantenido sin ningún tipo de arreglo", apunta.

"Es la principal entrada a la ciudad y yo vivo del turismo que pregunta", incide. Por otro lado, el propietario critica el estrechamiento de la glorieta de 0,61 centímetros y apunta que esto hará peligrar el paso de los camiones de gran envergadura.

Miranda pide que se resuelva este problema y exige que se devuelva el aparcamiento, tanto para los vecinos, como para los turistas que se pasean por su bar. "Si el proyecto sigue adelante tal y como está, esto terminará hundiendo mi negocio", remacha.