Lo confieso. Le tengo ofrecido un piso al señor presidente de la Agencia Extremeña de la Vivienda. Le he dicho a Javier Corominas que le pongo un piso si, de verdad, desaloja las viviendas sociales ocupadas ilegalmente, se las entrega a quien realmente las necesite y así cada vez que alguien se meta por el procedimiento de la ´patada en la puerta´ sin tener que esperar a acumular 50 y tantos desahucios.

Porque, entre tanto, se rompe la convivencia en Gabriel y Galán, donde hay vecinos honrados que no se atreven a bajar la basura de noche cuando hay niños que juegan a pegar tiros con la pajarera, las amenazas están a la orden del día o no hay más que ver los destrozos de los portales, que dan hasta miedo.

Esto, y que mientras tanto hay gente esperando en el centro de transeúntes a que les den una vivienda, es lo grave. Y que algunos pisos ocupados ilegalmente se utilicen como almacenes de zapatos, y que otros se mantengan vacíos hasta que se te case tu hijo, y que haya aparcados en la calle sus buenos Mercedes. Esto es lo irresponsable. En fin, que como Corominas no cumpla, el piso se lo pongo, pero en Gabriel y Galán.