Efectivos de la Policía Nacional y local cerraron el pasado sábado un club de alterne situado en el antiguo molino de San Lázaro "tras no presentar la licencia de apertura para este tipo de establecimientos", según informó ayer la Concejalía de Interior.

La operación policial se produjo a las 22.45 horas después de una inspección en la que la policía pudo comprobar que el local estaba abierto y funcionaba con normalidad, pese a no tener licencia.

Por otro lado, la policía local ha denunciado en el juzgado el quebrantamiento de un precinto por parte del propietario del bar Caché, ubicado en la calle de Los Vinos.

Según recordó ayer Interior, el bar estaba precintado desde el 22 de julio del 2009, pero el pasado domingo, en una inspección para recordar a los hosteleros las normas sobre ruidos y horario de cierre, la policía pudo comprobar que el local estaba abierto y había clientes en su interior a las 2.30 horas, con lo que se había roto el precinto e incumplido el decreto de cierre.

Localizado el propietario, le informaron de que no podía abrir, pero la madrugada del lunes lo hizo, con lo que fue denunciado por desobediencia a la autoridad.