Hasta diez coches aparcados en la ronda del Salvador y la calle Pedro de Lorenzo aparecieron la madrugada del sábado con dos de las cuatro ruedas rajadas y con los retrovisores y los pilotos rotos en algunos casos. Pero ahí no quedó todo. Los contenedores de basura del número 33 de la ronda salieron ardiendo así como el toldo de una tienda situada en la avenida del Generalísimo.

El centro parecía tomado por los vándalos cuya actuación, sin embargo, ha sido silenciada por el ayuntamiento visto que el parte de la Policía Local de ayer se limitó a informar de las diligencias abiertas a un conductor por circular temerariamente por el ferial que, por cierto, también registró actos vandálicos este fin de semana. Vecinos afectados han querido denunciar públicamente la situación que fuentes de las compañías aseguradoras confirmaron ayer tras valorar los destrozos. La gamberrada le ha costado a cada conductor un mínimo de 120 euros a razón de 60 por rueda, según Catalana Occidente.