Domingo a plena luz del día en la céntrica calle del Sol. Los contenedores deberían estar vacíos porque el sábado no está permitido tirar basura, pero están llenos y una familia con niños pequeños busca en su interior comida y ropa. Suele ocurrir a las puertas de los grandes supermercados a última hora del día, pero por la mañana, con menores y a la vista de tanta gente como sale a pasear un domingo por el centro golpea más a las conciencias.

Plasencia no escapa a la triste estampa de los rebuscadores de basura. En el vial de los Pitufos incluso una joven se introduce dentro del contenedor para seleccionar ropa que habían tirado vecinos al contenedor. Unos son extranjeros, otros jóvenes con desarraigo social, pero también hay personas mayores y familias con niños. La policía local, que percibe este problema porque está en la calle, explica que no puede hacer más que invitarles a ir a los servicios sociales o a Cáritas. También que no dejen esparcida la basura. Para emergencias, Cáritas dispone de un albergue con comida y cama en La Data.