La inauguración del enlosado no ha sido posible hasta terminar las obras de restauración, que han consistido en el desbroce de la vegetación y la reparación del solado, así como el levantamiento de piezas para ocultar las canalizaciones de la iluminación monumental, que tapaban desagües.

Así ha aparecido la primitiva barbacana en perfecto estado, que se ha datado y tapado, y también se han restaurado dos puertas y sustituido la del claustro. El plan de excelencia ha costeado los 120.203 euros de las obras, supervisadas por los arquitectos Jaime Nadal y Sebastián Araújo.