No todos los casos de acoso escolar se cierran dramáticamente. El sufrido por un placentino de doce años en primero de ESO en el IES Virgen del Puerto durante una semana angustiosa acabó con final feliz gracias a la rápida intervención del centro y a la buena voluntad de los padres de los propios agresores, los cuales terminaron pidiendo perdón a su víctima de los golpes y los insultos proferidos dentro y fuera del recinto escolar.

Para el niño acosado es el primer año en un instituto de Secundaria y además de ser el más pequeño en edad de su clase, lo es en tamaño, lo que le convirtió en presa fácil de un grupo de alumnos mayores que empezaron por acorralarle e insultarle verbalmente hasta que uno de ellos pasó a golpearle sin que los demás lo evitaran. Por suerte sí lo intentó el jefe de estudios desde el primer momento y para cuando el niño lo contó en casa, el centro había llamado ya a los padres de sus compañeros, que lejos de ponerlo en duda, se molestaron en averiguar la verdad comprometiéndose a que el acoso iba a terminar.

SIN DENUNCIA "Al parecer todo empezó con una rencilla en clase --cuentan los padres-- y cuando vimos que el niño no quería ir al instituto, averiguamos lo de los insultos y los golpes, pero cuando intervenimos, ya lo habían hecho el centro y los padres de los otros niños y el niño ha vuelto a ir contento". Incluso le pidieron perdón cuando el jefe de estudios les hizo reflexionar sobre qué pasaría si fueran ellos mismos los acosados, según relató la familia, a la que no le importó que se conociera su caso como ejemplo de que afrontar rápidamente el problema puede ayudar a resolverlo.

Ocurrió antes de Navidad y como era el cumpleaños del afectado, llevó un detalle para todos sus compañeros de clase sin exclusión. "El niño dice que no son sus amigos, pero que habla con ellos como con cualquiera" contaron los padres. "Pero estamos convencidos de que si el centro no hubiera estado atento y diligente y los padres no se hubieran mostrado responsables, hubiéramos tenido que denunciar el caso o sacarlo del instituto" añaden. Es todo un ejemplo de detección precoz y de una adecuada intervención escolar y familiar que evitaron un caso más de los que son portada en los informativos nacionales.