Los propios vecinos que estaban afectados por el constante trasiego de toxicómanos a por su dosis a San Lázaro piden ahora que no se deje de vigilar en la zona, pero a la vez, que esta medida policial vaya acompañada de otras desde los servicios sociales porque del trasiego se ha pasado al "deambular como zombis hasta que llega la Cruz Roja con las dosis de metadona".

Lo decía ayer el presidente de la federación de asociaciones de vecinos (Fepave) y también de San Miguel, Jaime Collado y así se lo transmitió al concejal de Seguridad Ciudadana, Francisco Martín --aunque Bienestar Social no es de su competencia-- con el que las asociaciones vecinales mantuvieron una reunión ayer tarde en Miralvalle.

En opinión de Collado, es necesaria una actuación desde los servicios sociales del ayuntamiento porque ahora se ha puesto de manifiesto un problema social que subyace de la venta de droga en San Lázaro, después de que, desde el pasado día 15, la Policía Nacional comenzara a vigilar la zona las 24 horas del día.

Pero esto no significa que quieran que baje la vigilancia policial, al contrario, piden que se mantengan porque afirman que "ha dado tranquilidad a la zona y se ha notado".

De la misma opinión es Pilar Simón, presidenta de la asociación de vecinos Río Jerte, que afirmaba tras el inicio de la vigilancia policial: "Da pena verlos como zombis, pero aplaudimos la medida policial para importunar a los traficantes, que ahora vemos cuánto mueven porque vienen de todos los pueblos a pillar", subrayaba.