La iglesia de Santa Teresa ha estado cerrada desde finales de los años 60 y ahora volverá a abrir al culto los sábados. Era una noticia esperada por los fieles después de que a finales de noviembre del año pasado la VII Escuela Taller Vicente Paredes terminara su restauración.

Los primeros devotos en contemplar las mejoras fueron quienes asistieron el pasado día 2 a la misa de difuntos, oficiada por el obispo Amadeo Rodríguez, y allí corrió como la pólvora la noticia de la reapertura los sábados. Ya el vicario Virgilio Vegazo y con motivo de la inauguración de las obras, expresó su deseo de que pudiera oficiarse al menos una misa semanal, pero hasta ahora no había sido posible.

La restauración de Santa Teresa fue la actuación estrella de la escuela taller --dependiente del ayuntamiento-- el año pasado, con una inversión de 60.000 euros. Sus treinta alumnos, dirigidos por Pedro Sánchez-Ocaña, eliminaron las humedades del interior, consolidaron el suelo de barro cocido, las bóvedas y las paredes. También recuperaron el atrio, mientras que la recuperación de los frescos hallados con los escudos episcopales y de los azulejos talaveranos ha quedado en manos de la Junta.

La iglesia del cementerio la mandó construir en el siglo XVII el obispo Cristóbal Lobera, natural de Plasencia, que la cedió al Cabildo Catedralicio.