La asociación de vecinos Rubén Darío de Gabriel y Galán sufrió el martes el segundo robo en una semana de su centro cívico. Los ladrones se han vuelto a colar a través del agujero en las cristaleras que hicieron la primera vez y que el ayuntamiento no llegó a cerrar para indignación vecinal, la que ayer manifestó la presidenta al consistorio y consiguió que la brigada de obras arreglara el hueco en el día.

En este segundo robo se han llevado más de cincuenta juguetes que había donado una señora a título particular para los niños del barrio, una máquina de coser propiedad de una directiva que la había cedido en uso para poder realizar los cursos de confección y numerosos refrescos, ceniceros y demás material. "Se han llevado lo poco que había y lo demás no porque estaba bajo llave", señaló la presidenta. La asociación de vecinos se dio cuenta del robo cuando su directiva acudió al local a una reunión, en la que se criticó la falta de vigilancia policial.